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El impacto de la COVID-19 en la arquitectura

Tal y como expusimos recientemente en este artículo publicado en Yorokobu sobre cómo cambiará la pandemia la vida dentro de nuestras casas, nos atrevemos a decir, casi con total seguridad, que nuestros valores y hábitos van a cambiar a raíz de la crisis generada por la enfermedad COVID-19. Una de las áreas en donde ese cambio se irá haciendo visible más pronto y que, por lo tanto, requiere una reflexión importante, es la arquitectura: cómo habitamos, cómo nos movemos, cómo convivimos. 

A lo largo de la historia, enfermedades como el cólera, la fiebre tifoidea y amarilla, la viruela, etc. dieron lugar a la implementación y mejora de las redes de agua potable, drenaje así como a nuevas  políticas públicas y de vivienda. La gestión del agua y de los residuos ayudaron a rehacer las ciudades. La higiene era y es uno de los pilares sobre los que se asienta la lucha contra cualquier epidemia.

La tuberculosis y el brote del SARS en 2004 nos recordaron la importancia de la ventilación, no solamente por su relación con el control de la humedad en los edificios, sino también porque el aumento del flujo de aire tiene un impacto real sobre nuestro sistema inmune y niveles de serotonina. Las ventanas y su disposición demostraron ser relevantes. Ahora, con la COVID-19, este tema se reaviva y tanto el uso de los sistemas de A/C como de ventilación natural pasan a ser una parte fundamental sobre cómo pensamos, utilizamos y proyectamos los espacios; ya sean viviendas, hospitales, edificios de oficinas o centros comerciales.

Asimismo, en el contexto actual de confinamiento, estamos descubriendo la relación que tiene el espacio que habitamos con nuestro bienestar y la salud. Por ejemplo, el aumento del teletrabajo hará que queramos disponer de espacios más cómodos y abiertos en nuestras casas, usaremos textiles más livianos que dejen entrar más aire y luz solar y que además sean fáciles de limpiar. Es hora de deshacernos de todo lo que pueda albergar suciedad, polvo y gérmenes. Pero no sólo cambiará el espacio, cambian también los muebles y la decoración; colores más amables, mesas más anchas, comodidad, mobiliario modular y cinético, materiales adaptados a recomendaciones sanitarias, etc. 

Priorizaremos la practicidad y la innovación sostenible, lo cual obligará a replantearnos muchos productos y soluciones que habitan nuestras casas, así como nuevas necesidades aún no cubiertas. Las organizaciones están obligadas a replantear sus propuestas en base a estos cambios.

Otra de las tendencias que se prevé es el neorruralismo, es decir, que muchos de nosotros empezaremos a deslocalizar nuestras “oficinas” y migraremos a un entorno menos urbano con más sol y más asequible. Puede ser una oportunidad para incorporar a la reciente preocupación que ha surgido por la denominada “España vaciada”. 

Con la COVID-19 muchos estamos también descubriendo la importancia del fitness dentro de casa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el ejercicio no solamente para mantenernos en forma durante el estado de alarma, sino también para mantener el equilibrio emocional y dormir mejor. Se está viviendo ya una tendencia al alza de equipamiento deportivo en las casas, que deberán hacer espacio a actividades que antes se hacían al aire libre o en gimnasios. Aún en un futuro desconfinado es muy probable que esta tendencia se consolide como hábito de muchas personas.

La tecnología va a ser nuestra gran aliada, y nos atrevemos a decir que la infraestructura digital significa hoy en día lo que la sanitaria significó para el control de las epidemias en el siglo XIX.

La realidad es que gracias a la creciente digitalización de la vida en los últimos años y a la conectividad cada vez más potente y amplia, la tecnología se encuentra en el centro de muchas de las soluciones e ideas generadas para luchar contra esta pandemia. A estas alturas probablemente hayamos oído hablar del 5G, el Big data & Analytics, la Inteligencia Artificial (IA) o el Internet de las Cosas (IoT), entre otros. Todas ellas son elementos imprescindibles en las soluciones del hoy, pero también y, sobre todo, de nuestro mañana. Sin duda, la pandemia está acelerando la digitalización en nuestras ciudades, casas y nuestra logística diaria.

Estas tecnologías hacen que nuestras ciudades y edificios sean más inteligentes y que podamos, por ejemplo, diseñar e implantar sensores que mantengan un apropiado flujo de aire en nuestro edificios, que dispongamos de recibidores con medidores de temperatura o incluso alguna forma de desinfección UV. Que podamos conectar nuestras aplicaciones de salud con los servicios médicos o que podamos interactuar con nuestro entorno por voz, por poner algunos ejemplos. 

Quizás dispondremos también de impresoras 3D con las que poder imprimir respiradores o artilugios que el ingenio global desarrolle para que la salud se democratice y todos tengamos acceso a herramientas básicas con las que luchar contra la enfermedad o que nos ofrezcan una vida más amable. 

Dado que muchos expertos coinciden con que este tipo de pandemias podrían ser comunes en las próximas décadas, es evidente que la infraestructura digital se debe convertir en una prioridad en las agendas de los gobiernos y empresas. 

En el pasado, el impacto de la Revolución Industrial sobre la ciudad y la arquitectura fue tan grande que alteró profundamente la visión que de ella se tenía.  La revolución digital que hemos vivido en los últimos años, unido a un fenómeno tan extremo y global como una pandemia, también alterará los espacios donde vivimos y trabajamos por lo que deberemos estar muy atentos para entender cómo nos afectará como personas y organizaciones. 

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¿Qué son los Gemelos Digitales? ¿Cómo pueden ayudarnos a planificar escenarios futuros de contingencia?

Este artículo apareció en Leequid “Gemelos digitales para tiempos distópicos

¿Qué? ¿El fin del mundo? Bueno, puede que título del artículo sea ligeramente alarmante, pero en Recúbica trabajamos mucho con “what if’s” y escenarios distópicos enmarcados en un mundo VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) donde la tecnología cobra especial importancia, así que nos ha parecido oportuno llamar vuestra atención con un concepto “contagioso”, meternos en un lío y probar a solucionarlo.

En el presente artículo vamos a intentar arrojar un poco de luz sobre qué son los Gemelos Digitales y cómo se podría aplicar esta tecnología en el contexto del coronavirus, actualmente designado como COVID-19 por Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Qué son los Gemelos Digitales?

Los Gemelos digitales (GD) o Digital Twins (DT) son una tecnología que crea una representación digital de un activo real (producto físico, sistema o servicio), es decir, son una réplica digital exacta de algo que existe en el mundo “real”. Esta tecnología nos permite descubrir, a través de una simulación por ordenador, formas para mejorar nuestras operaciones, diseños y probar productos antes de invertir en ellos, evitando, además, posibles disrupciones en la cadena de suministro. Esto se traduce en una mayor eficiencia a través de la exploración de escenarios hipotéticos.

La idea con la que nos gustaría que os quedaréis es que, en este entorno virtual, somos capaces de “experimentar el futuro” y aplicarlo hoy en un entorno real. Los GD nos permiten desarrollar y probar un activo de manera más rápida y económica de lo que es posible en la vida real.

¿Cómo puede esta tecnología ayudar a la lucha contra el Coronavirus?

La OMS y el Gobierno chino han adoptado desde el principio medidas relacionadas con el “big data y analytics” en su estrategia para afrontar esta situación. Los datos obtenidos de estas técnicas se pueden utilizar par elaborar simulaciones muy fiables. En este sentido creemos que los GD pueden ayudar en varios aspectos. Primero, midiendo y prediciendo su expansión; segundo, controlando la infección y tercero, curando a los pacientes.

¿Cómo predecir su expansión?

Se construyeron modelos predictivos a partir de datos históricos sobre los patrones de movimiento de las personas, de datos reales sobre la habilidad del COVID-19 de transmitirse de persona a persona y haciendo suposiciones sobre factores relativos desconocidos. El modelo se va a actualizando a medida que se le nutre con nueva información, conecta los datos en relación con la información que le pedimos y hace predicciones.

En los últimos años han surgido varias start-ups que, mediante el uso de Inteligencia Artificial (IA) han desarrollado sistemas que navegan por los datos para mapear y prevenir enfermedades. Tal es el caso de BlueDot que predijo la pandemia del SARS y que alertó sobre un posible brote de coronavirus en diciembre de 2019.

Estas tecnologías, además de ahorrar tiempo y recursos, dotan a los profesionales con información relevante para saber dónde han de invertir esfuerzos, cómo gestionar los servicios sanitarios, qué rutas controlar en los aeropuertos, qué eventos cancelar, etc.

¿Cómo controlar la infección?

El control de la infección a través de los GD se puede aplicar a un mejor uso de los hospitales mediante la predicción de escenarios específicos que ayuden a la organización del flujo de enfermos, pacientes, profesionales de la salud y visitantes, así como a la evaluación del impacto de diferentes diseños y modelos de alas específicas para el tratamiento de pacientes o de áreas de espera. Se podría, asimismo, realizar pruebas de estrés operacional en un departamento concreto o en todo el hospital.

En este caso podríamos simular, por ejemplo, cómo afectaría el aumento masivo de llegada de pacientes para saber cómo optimizar recursos (personal sanitario y materiales), configurar escenarios viables en un entorno que cambia a un ritmo vertiginoso y ayudar a tomar decisiones más inteligentes.

¿Cómo se podría curar a los pacientes a través de esta tecnología?

Los Gemelos Digitales nos permiten crear avatares (modelos de alta resolución de pacientes individuales) sobre los cuales poder aplicar miles de medicamentos para encontrar el óptimo sin que el paciente corra peligro.

Para ello necesitamos grandes cantidades de información que se puede obtener a través de dispositivos digitales portátiles, dispositivos electrónicos, imágenes y registros médicos electrónicos

Sin embargo, esta tecnología no trata solo de administrar y analizar datos. Es un enfoque transformador para crear una arquitectura de computación compleja que conecta diferentes partes de un sistema completo, ya sea un paciente individual y los sistemas de su cuerpo, o los sistemas de atención dentro del ecosistema de atención médica. El objetivo es extraer ideas procesables que permitan una mejor toma de decisiones y, en última instancia, mejores resultados para los pacientes.

Conclusión:

Los Gemelos Digitales son una solución práctica y escalable para problemas específicos pero que van a requerir también el impulso de iniciativas nacionales. Según el último informe “España Nación Digital: Una visión del estado de la digitalización en España” redactado por La Asociación Española de la Economía Digital (Adigital), “en el contexto actual, la única manera de mantener ventajas competitivas y ascender en las cadenas de valor globales recae en la capacidad de diseñar y desarrollar productos y procesos innovadores, siendo condición necesaria para ello contar con un entorno propicio, con una fuerte involucración tanto del sector público como privado”.

Los Gemelos Digitales estaban valorados en 3.8 mil millones de dólares en 2019 y se espera que alcance un valor global de 35.8 mil millones de dólares en 2025. En este sentido, Gartner predice que para 2021 la mitad de todas las grandes empresas usarán esta tecnología en algún grado y que ello mejorará su efectividad en un 10% aproximadamente. Desde un punto de vista productivo y económico, cualquier empresa que entienda los beneficios de los GD, debería estar ya estudiando cómo integrarlo dentro de sus procesos.