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La necesidad imperiosa de observar

En los últimos meses en Recúbica\ hemos tenido que adaptar drásticamente nuestros servicios para responder a lo que estaba ocurriendo. Hemos pasado de proyectos exploratorios y estrategias a medio plazo para nuestros clientes a solucionar las necesidades más acuciantes e intentar definir estrategias más preparadas para lo que pueda llegar.

Dentro de nuestra propuesta de valor habíamos incluido ya desde el año pasado un servicio para ayudar a nuestros clientes a crear su propio observatorio y, como es lógico, ahora mismo es lo que más nos están demandando todas las organizaciones con las que estamos trabajando. Un buen ejemplo es el EATER\Lab que acabamos de lanzar y el informe sobre las claves para la alta cocina post Covid-19.

Es por tanto un buen momento para reflexionar y compartir qué significa para nosotros ese Observatorio, qué valor aporta a las organizaciones y cómo nos enfrentamos a esta nueva necesidad de inteligencia de negocio.

Es evidente para todos que se ha instalado en nuestro día a día la necesidad de informarnos para poder tomar decisiones, hemos sido más conscientes que nunca que disponer de datos objetivos e información lo más actualizada posible es una necesidad para enfrentarnos a la incertidumbre. Sin embargo sentimos que tenemos poca información para tomarlas, pues muchas de las cuestiones que solemos dar por sentadas ya no son ciertas y no existen fuentes fiables de respuestas a nuestros problemas.

Lo cierto es que una de las frases más repetidas en todos los artículos y textos que se están escribiendo este año es esta: «Son tiempos de incertidumbre y de mirar al futuro». Todos nosotros, tanto en el trabajo como en nuestra vida personal, nos hemos encontrado de repente sometidos a una serie de «fuerzas de la naturaleza» a las que estamos muchas veces intentando dar un sentido que no tienen y que además tenemos la sensación de no poder controlar.

Estamos solucionando muchos problemas a corto plazo, de manera reactiva, pues es lo único que sentimos que podemos controlar. Pero ¿cómo enfrentarnos a los problemas que vendrán, muchos de los cuales ni siquiera conocemos aún? La respuesta a esa pregunta tan compleja tiene muchos factores que afectan a toda la organización. Pero uno de esos factores será imprescindible y la base de todos los demás: las empresas deben empezar a observar adecuadamente su entono. Podríamos hablar incluso de la necesidad de crear un nuevo departamento: el Observatorio.

La RAE nos ofrece estos significados de la palabra «Observar»:

1. tr. Examinar atentamente. Observar los síntomas de una enfermedad. Observar el movimiento de los astros.

4. tr. Mirar con atención y recato, atisbar.

Esta acción, tal como debemos aplicarla en la organización, debe ser constante, debe incluir un modelo de escucha continua y de procesado de esa información para convertirla en conocimiento en tiempo real para toda la organización.

Es cierto que en los últimos años y de manera más importante en los últimos meses han surgido observatorios en diferentes contextos, con la vocación de aportar ese conocimiento y claves de lo que nos depara el futuro. Sin embargo se plantean de manera limitada, por diferentes motivos:

  • En muchas ocasiones se confunde la herramienta con la información generada: un informe, una presentación o un artículo de opinión. Ese tipo de elementos son algunos de los activos que se pueden generar a partir de la observación, pero no cubren más que una pequeña parte.
  • En otras ocasiones se identifica al observatorio con el canal con el que se comunica: la web, una newsletter, una oficina. La observación debe incluir un modelo de comunicación para trasladar el conocimiento de la manera más adecuada a todas las partes interesadas, pero el canal no es más que una parte de todo ello.
  • Ocasionalmente se identifica al observatorio con el grupo de personas que hacen investigación. Son probablemente el factor más importante, pero alrededor de ellas debe existir una metodología y herramientas para llevarla a cabo.

Por eso un Observatorio no es (sólo) una web, ni un documento, ni un evento, ni una reunión de personas. Si utilizamos el ya tradicional modelo Personas + Procesos + Tecnología, un Observatorio debe incluir todas esas áreas y debe definirse de acuerdo a ellas y a las organizaciones en las que se encuadra. Debe convertirse en un área más de las organizaciones, vinculada al resto de áreas de manera clara y directa.

Estos meses hemos afinado el diseño de nuestro servicio de Observatorio para adaptarse más aún al contexto que estamos viviendo. Si crees que en vuestra organización tenéis la necesidad de disponer de una inteligencia de negocio adaptada a la nueva normalidad no dudes en escribirnos y contarnos vuestro caso.